¿Cuántas veces habéis pensado en llevar a vuestro hijo adolescente a un psicólogo? Antes se pensaba que llevar a un adolescente a un psicólogo era signo de derrota, de no haber sido buenos padres y de vergüenza; menos mal que ahora ya no es así.
Yo misma acudí a un psicólogo cuando era adolescente; el porqué no es importante para este post, pero sí que supo cómo ayudarme a seguir adelante en un momento duro de mi vida. Ahora, que ya tengo unos añitos encima, miro las noticias y ves un millón de casos por el que recomendaría llevar a tu hijo adolescente a un psicólogo antes de esperar a que el problema que detectas en él se solucione solo.
Todavía me queda un poquito para ser madre, pero lo que más miedo me da es que cuando mi hijo sea adolescente se junte con malas compañías, acabe metido en drogas y no sepa gestionar bien el tema del alcohol. A día de hoy, los chavales empiezan a beber a los catorce años. Es frecuente ver en A Coruña, en los Jardines de Méndez Núñez, a un montón de chicos y chicas realizando eso que llaman atracón de alcohol, una práctica que suele llegar acompañada por sirenas ambulancia, que se los llevan al hospital.
Por fortuna, un buen psicólogo puede ayudarte a ti como madre a saber educarle en la gestión positiva de las tentaciones propias de su edad y también a él. Esta la entiendo como una responsabilidad mixta, ni todo depende de los padres ni todo de los hijos, pero sí todo depende de ambos.
Este es solo uno de los motivos por el que agradezco que ya no sea una vergüenza llevar a tu hijo adolescente a un psicólogo, es todo un alivio saber que puedes contar con una ayuda profesional cuando lo necesitas y sin salir de A Coruña