Soy muy cervecera, eso os lo tengo que decir. Siempre que me voy de fiesta por A Coruña, empiezo con cervezas, y tras unas cuantas copas vuelvo a ellas; para no llegar a casa reptando. Mi afición por la cerveza me ha acabado llevando a probar varias cervezas artesanales gallegas, en casa antes tenía siempre una 1906 esperándome, pero buscando sabores nuevos he caído en la cerveza Farruca, aunque tampoco le hago ascos a una buena A Cova da Serpe y a La Negra de las Doce, tres casas de cervezas artesanales gallegas fantásticas.
Lo que más me gusta de las cervezas artesanas gallegas es toda la historia que hay detrás de cada botella; si es cierto que son un poco más caras, y que con lo que vale un botellín me puedo comprar un pack entero de cervezas, pero cuando pienso en lo que me gusta llegar a casa del trabajo y beberme una de estas cervezas para relajarme… En fin, que merece la pena tener siempre un par de ellas en la nevera.
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Por fortuna, y aunque mucha gente lo diga: la cerveza no engorda, tomada con moderación, claro. Si te bebes cinco cervezas de una sentada y lo acompañas de productos fritos, ya te digo yo el tamaño que alcanzará tu tripa y que olvídate de entrar en tus vestidos. Una buena cerveza artesanal gallega está formulada con productos naturales, no tiene tanto químico como otras cervezas y cuenta con una variedad de sabores, texturas y matices que hace que sea muy divertido buscar tus favoritas. Yo empecé probando La Negra de las Doce y luego varias variedades de A Cova da Serpe, míticas cervezas gallegas, y ahora estoy con la Farruca.
Si quieres comprar cervezas artesanales gallegas online te recomiendo la Farruca rubia, de color dorado y con mucha espuma, pero está rica. A mí no me suele enamorar la espuma en las cervezas, pero lo cierto es que esta tiene un sabor muy interesante. Si os animáis a comprar cervezas artesanales os aviso: engancha, porque su sabor no se encuentra en las cervezas industriales.