En los últimos años, he visto a varias personas de mi entorno —autónomos, pequeñas empresarias, incluso amigas que han montado una tienda online— enfrentarse a situaciones legales dentro del ámbito empresarial. A veces por un contrato mal redactado, otras por impagos o simplemente por no haber previsto ciertas condiciones en una colaboración. Y aunque muchas veces intentamos resolver estas cosas de manera informal, lo cierto es que cuando se trata de negocios, conviene tener claro qué pasos dar.
En este post comparto algunas claves que me han servido para entender mejor cómo actuar ante un conflicto comercial. No soy abogada, pero me interesa saber cómo proteger mis propios proyectos y evitar problemas a futuro. Si tú también tienes una pequeña empresa, un ecommerce o colaboras con otras marcas, quizás te resulte útil.
¿Qué es un conflicto mercantil y cuándo hay que preocuparse?
Un conflicto mercantil es cualquier desacuerdo que surge en el marco de una relación comercial: entre socios, con proveedores, con clientes o incluso con entidades bancarias. Lo que diferencia estos conflictos de otro tipo de disputas es que se producen dentro del ámbito del Derecho Mercantil, que regula las relaciones jurídicas en el mundo empresarial.
A veces el problema surge por algo tan básico como no haber formalizado bien un acuerdo. Otras, por interpretar de forma distinta una cláusula. En cualquiera de los casos, actuar rápido y de forma documentada puede marcar la diferencia.
Señales de alarma que no deberías ignorar
Estas son algunas situaciones en las que, al menos por experiencia indirecta, he visto que conviene parar y analizar:
- Cuando una de las partes deja de cumplir su parte del contrato y no hay justificación clara.
- Si recibes reclamaciones o avisos legales que no entiendes del todo.
- Si estás pensando en disolver una sociedad o cambiar la estructura de tu empresa.
En todas estas situaciones, contar con asesoramiento legal especializado no solo aporta tranquilidad, sino que puede ahorrarte muchos dolores de cabeza (y dinero) a largo plazo.
Cómo elegir bien a tus asesores legales
No todos los abogados tienen experiencia en el ámbito mercantil, y en este tipo de conflictos es clave contar con alguien que domine este terreno específico. Yo, por ejemplo, tengo anotado este recurso por si alguna vez lo necesito: abogados expertos en derecho mercantil. Me parece importante tener a mano una opción de confianza, incluso aunque no la necesites ahora mismo. Porque cuando se da el problema, no suele haber tiempo para investigar con calma.
Qué debe ofrecerte un buen despacho mercantil
Estas son algunas características que considero esenciales:
- Experiencia en conflictos empresariales, no solo en redacción de contratos.
- Capacidad para mediar y negociar antes de llegar a juicio.
- Transparencia en honorarios y formas de trabajo.
También valoro que expliquen las cosas con claridad, sin un lenguaje demasiado técnico. Porque si ya tienes un conflicto, lo último que necesitas es sentirte aún más perdida.
Prevenir siempre es mejor que litigar
Una de las mejores formas de evitar conflictos es anticiparse. Parece obvio, pero muchas veces firmamos acuerdos sin leerlos con detenimiento o sin consultar con un profesional. A mí me ha pasado: das por hecho que todo irá bien, y luego resulta que lo que parecía un pequeño malentendido termina siendo un problema legal complejo.
Revisar contratos, establecer cláusulas claras sobre pagos, entregas, plazos, confidencialidad… todo esto puede parecer excesivo al principio, pero cuando lo haces bien desde el principio, te evitas muchos líos más adelante.
Conclusión: cuidar el aspecto legal también es cuidar tu negocio
A lo largo del tiempo he aprendido que no basta con tener una buena idea o trabajar duro: hay que blindar tu proyecto también desde lo legal. Especialmente si trabajas con otras personas o empresas. Tener claros los límites, obligaciones y derechos de cada parte es esencial para que las relaciones comerciales sean sanas y duraderas.
Y si alguna vez sientes que la situación se te va de las manos, no lo dejes pasar. Busca ayuda profesional, infórmate y actúa. Porque en el mundo empresarial, la información y la prevención son tu mejor defensa.

